El uso de la bicicleta como herramienta deportiva o como alternativa eficiente en ambientes urbanos congestionados va en aumento. Las ciclovías y programas de bicicletas compartidas son cada vez más usuales en las principales ciudades de la región. En Guayaquil, Quito y Cuenca también se intenta promover su uso. Sin embargo, los usuarios de este medio de transporte de propulsión humana se ven en peligro por el desconocimiento de sus obligaciones y por la falta de empatía de los conductores de vehículos motorizados.

Según cifras disponibles del INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), en el 2017 había un 14,79% de usuarios de bicicletas. También a partir de ese año se empezaron a registrar los siniestros con mayor nivel de detalle, y los que involucraron bicicletas han dejado 32 ciclistas muertos y 793 quedaron heridos, lo que hace suponer que no se cumple a cabalidad la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, que en el art. 204, literal d, le otorga a los ciclistas la preferencia de vía o circulación en los desvíos de avenidas y carreteras, cruce de caminos, intersecciones no señalizadas y ciclovías.

En general, se requiere que haya parqueaderos para bicicletas, que las ciclovías sean bien diseñadas y mantenidas, y que se oriente a la ciudadanía hacia una cultura prociclistas. (O)