¿Debe el voto seguir siendo obligatorio? ¿Por qué no hacer que el voto sea obligatorio únicamente en referéndums sobre reformas constitucionales? ¿Por qué debemos los ecuatorianos financiar todas las campañas electorales sin importar la votación que obtengan los candidatos? ¿Por qué no exigimos que los candidatos que no logran superar un mínimo de respaldo devuelvan el financiamiento estatal recibido? ¿Por qué no seguimos la regla de otros países (v. g. Alemania) donde las organizaciones que no superen un mínimo de votación en el primer sufragio no solo que se extinguen, sino que quienes hayan sido elegidos con ese mínimo (asambleístas, por ejemplo) no acceden a dignidad alguna? ¿Por qué cada cantón no registra la fecha en que va a elegir a su alcalde cada cuatro años y así las elecciones seccionales no se convierten en una contienda nacional? ¿Deben seguir existiendo los consejos provinciales?

¿Debemos seguir eligiendo a los asambleístas junto con la elección presidencial con el pernicioso efecto que ello trae? ¿Por qué no seguimos el ejemplo de Chile, Francia y otros países que separan esos comicios de tal manera que a la legislatura se la elige o en la segunda vuelta presidencial o una vez que el presidente ya está elegido? ¿Por qué no definimos de una vez por todas cuál es el método de las elecciones pluripersonales? ¿Deben los asambleístas elegidos en el exterior –y que en algunos casos lo son con unos 2.000 votos– tener iguales facultades que los elegidos en el Ecuador y que necesitan a veces hasta 30.000 o más votos? En naciones de emigrantes como Italia o España, los diputados elegidos en el exterior tienen un régimen diferenciado.

¿Debemos seguir teniendo una legislatura unicameral? ¿No deberíamos adoptar un sistema bicameral (o una modalidad de él) en el que la segunda cámara tenga una representación diferente y que sea ella la encargada de seleccionar, designar y juzgar a las altas autoridades del Estado, aprobar tratados y hasta quizás confirmar al gabinete presidencial? ¿No deberíamos introducir procedimientos diferenciados para designar a esas altas autoridades como son el fiscal, el contralor, los superintendentes, etcétera? ¿No es mejor que en vez de usar “ternas” se presente a consideración a un solo candidato, y que su confirmación requiera la mitad más uno de los votos, pero su rechazo los dos tercios, y de no haber un pronunciamiento en 60 días se entiende aprobado? ¿Hasta cuándo seguimos con la figura de los diputados o jueces “suplentes”, “subrogantes” o “alternos”? ¿No debería eliminarse el veto presidencial “positivo”? ¿No debería el control constitucional ejercerlo la Corte Nacional si se supone que la Constitución permea todo el sistema legal? ¿Debe el Consejo de la Judicatura seguir actuando por encima de la Corte Nacional en vez de comportarse como su órgano administrativo auxiliar?

¿No deberíamos constitucionalizar la dolarización? ¿Necesitamos de un Banco Central en dolarización? ¿No debería eliminarse la prohibición de suscribir tratados de inversión que incluyan arbitraje internacional?

¿Hasta cuándo no se debate y decide sobre cuestiones como estas u otras similares? (O)