Muchos ecuatorianos se preguntan por qué continúa Maduro en el poder si es un tirano opresor e inepto. Nosotros expulsamos tres presidentes cuyos actos nada tienen que ver con los de Maduro. Y la destrucción que vive el país donde nació Sucre no tiene parangón en el mundo. Los venezolanos lo repudian mayoritariamente, pero Maduro es insensible y se mantiene soldado en el poder. ¿Por qué?

Buscando razones para los apoyos en el fondo está la codicia del dinero, madre de todos los vicios, que bajo distintas formas reciben quienes lo apoyan. En primer lugar, las Fuerzas Armadas que parecen haber perdido el honor militar y que están ciegas frente a la caótica situación del pueblo. Si quedara un poco de honor, bastaría para que lo hubieran abandonado, pero se escudan en el librito de la Constitución que exhiben sin rubor. Esa lealtad no es fruto de un sentimiento noble, por lo cual no es la palabra adecuada sino la voz “cómplice” en compartir los frutos de los delitos ligados con el narcotráfico.

Gran parte del sostén del gobierno se debe a las Milicias Bolivarianas que parece que ahora son más de 1,5 millones de milicianos. Está compuesta por civiles y exmilitares y nacieron engendradas por Chávez el 2007. Están armados con fusiles, ametralladoras, morteros y cañones. Reciben entrenamiento semanal para defender la revolución bolivariana de sus enemigos internos y externos. Usan uniforme “patriota” y pueden ser violentos con disidentes y periodistas. A menudo violan los derechos humanos. Están organizados como una represiva fuerza paramilitar y forman batallones de 300 voluntarios. Reciben subsidios en forma de alimentos en supermercados y tienen otras ventajas económicas que los distinguen de la población, de cuya entraña surgieron.

Tampoco puede soslayarse el apoyo de Cuba. En Venezuela hay más de 60.000 cubanos que realizan distintos menesteres, desde los de los médicos hasta los instructores militares, que hacen más que enseñar. Desde los años iniciales de Chávez, Fidel Castro se convirtió en su maestro y consejero. La estrategia de abandonar la revolución violenta para tomar el poder político en forma de elecciones de líderes carismáticos como Chávez, Correa y Evo Morales, posiblemente surgió de la mente brillante de Castro. Claro que nada es gratis. Cuba recibe petróleo venezolano y la permanencia de Maduro en el poder garantiza a los dirigentes cubanos la provisión del crudo. Es vital para Cuba que en Venezuela continúe Maduro o cualquiera que no cierre el chorro de la ayuda petrolera y también los excedentes de los salarios de médicos y trabajadores cubanos a quienes su gobierno explota quedándose con parte de sus sueldos. ¿Le suena?

Por lo dicho, salvo que en el círculo íntimo de Maduro haya alguno que lo suprima, el grandote que recibe consejos de pajaritos y que se ha convertido en el más cínico y cruel opresor de su pueblo se quedará hasta cuando él quiera. Ha aprendido a aprovecharse de las garantías de los sistemas democráticos como la no intervención. La solución del “chivo” Trujillo requiere sentimientos más profundos que el patriotismo, como la venganza por graves ofensas familiares.(O)