Hoy, a las nueve de la mañana, en el Centro Municipal de Gestión de Conflictos y Cultura de Paz, ubicado en Las Orquídeas, seis ciudadanos que desempeñan diversas tareas recibirán un reconocimiento a su comportamiento ético. La comunidad decide quiénes son esas personas que pueden ser de variadas profesiones u oficios, lo importante es que siempre actúen con honestidad, que sean coherentes con lo que dicen, que sean solidarias, que les interese el bien común, y algo especial, que no hagan alarde de ello, que lo vivan con naturalidad.

En un momento en que la corrupción extiende sus tentáculos por todos los rincones del país, desde los altos despachos de la administración pública hasta las calles de los sectores más deprimidos, tanto que se oyen muchas voces planteando la necesidad de una educación en valores y de devolverle a la ética un lugar en el currículo educativo, en desesperado intento de volver la vida social más vivible, iniciativas como la que motivan estas letras deben ser conocidas, pues el mejor método de educación ética es el testimonio y su efecto multiplicador. Divulgarlo es también una forma de devolvernos la esperanza.(O)