A propósito de las elecciones venideras, para entender la sinceridad o falsedad de cada candidato una vez en sus respectivas funciones, es indispensable revisar el pasado, los engaños, las defraudaciones políticas de aquellos que llegaron con palabras de salvación y que luego de un lapso sus actuaciones ya no armonizaron con sus promesas.

Investigando qué es la sociopatía o quién es sociópata, dejamos en claro que en la salud mental a la sociopatía se la denomina también “trastorno de personalidad antisocial” y las características principales de un sociópata son menospreciar las leyes o las convenciones sociales; desconocer los derechos de los demás; ser incapaz de sentir remordimiento o culpa; mostrar una tendencia hacia la conducta violenta.

El lector deberá sacar conclusiones y, por sí solo, por medio de asociación de ideas y recuerdos, coincidir con un diagnóstico entre un sociópata o un político.

¿Cómo identificar los rasgos de un sociópata?: Considerar los gestos y la personalidad de dicho individuo, por lo general son muy agradables y carismáticos, llaman la atención y generan mucho elogio por parte de los demás; sienten que tienen todo el derecho sobre ciertas posiciones, personas o cosas; sus creencias y opiniones son la autoridad absoluta y menosprecian las opiniones de los demás.

También los sociópatas muestran conducta espontánea y audaz, actúan fuera del ámbito de las normas sociales y pueden hacer cosas extravagantes, arriesgadas y raras, sin evaluar las repercusiones que causan; mienten e influyen en sus acólitos, crean historias y elaboran frases extravagantes y falsas, pero son capaces de hacer que estas mentiras suenen convincentes; se aburren con facilidad y requieren estimulación constante; son muy buenos para convencer a los demás de hacer lo que ellos quieren, ya sea a través de su encanto o por medios agresivos.

Como resultado, los amigos y compañeros de trabajo de un sociópata pueden encontrarse haciendo lo que la persona quiere que hagan.

Los sociópatas son incapaces de experimentar culpa o vergüenza por sus acciones, cuando hacen daño no tienen remordimiento...; son manipuladores, tratan de influenciar y dominar a las personas, suelen buscar posiciones de liderazgo, carecen de empatía, les resulta difícil lidiar con la crítica, a menudo ellos desean la aprobación de los demás e incluso pueden sentirse con el derecho a tenerla.

Alrededor de estas condiciones de la existencia real de un sociópata, existen también los seres humanos que son halagadores, los panegiristas, los aduladores, los diletantes, que sirven al sociópata de orden y armonía de conjunto y la sostienen en el lugar en que se encuentre; guardando para él lealtad, esperanza, fe, que los caracteriza como serviciales y zombis.

Escribo esto como una manera de destacar en la población las permanentes equivocaciones electorales, los errores de tipo o de prohibición, la falta de la reflexión o del dominio del entendimiento humano, del cual podemos ser víctimas nuevamente, por desconocer esto. Opino que no necesito dar nombres, ni dar apellidos ni circunstancias de tiempo o espacio, porque considero que el imaginativo social es muy certero.(O)

Pablo Francisco Vallejo Lecaro,

doctor en Jurisprudencia, Guayaquil