La confraternidad de exbachilleres graduados en el año 1962 del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, denominada Fernando Grunauer González, en homenaje a uno de sus más brillantes compañeros prematuramente fallecido en plenitud de su carrera profesional de abogado, ha hecho llegar al alcalde Jaime Nebot Saadi algunas ideas de proyectos, desarrolladas por un grupo interdisciplinario de sus miembros, que bien podrían enriquecer los planes del Comité Cívico constituido para conmemorar el bicentenario de la independencia gloriosa de Guayaquil, magno acontecimiento que dio inicio a la liberación de nuestra nación.

Dicho documento que emula al exhibido hace cien años por la Junta Patriótica del Centenario contiene propuestas en correspondencia con el auge económico y social de la urbe, el crecimiento superlativo de su población, incluye maravillosas concepciones de una futurista y moderna localidad, que materializa alcanzables sueños, concordando con el estudio Visión Estratégica de Guayaquil desarrollado por la Municipalidad en el II Foro Internacional: Ciudades Inteligentes y Sustentables, siempre a tono con los aceptados principios de adaptación y mitigación al embate del cambio climático, con todas sus ya perceptibles secuelas.

En planificación territorial formula una actualización de la demarcación de las áreas urbanas, especialmente de los sectores entre las vías Perimetral y la del futuro aeropuerto, la debida categorización y administración funcional de los territorios de la antigua parroquia Chongón, la institucionalización de la isla Puná como zona especial de desarrollo económico o ZEDE, con énfasis en actividades turísticas y apoyo logístico al puerto marítimo de Posorja; incorporando los asentamientos residenciales del noroeste; impulsando la conurbación de Guayaquil, Durán, Samborondón, Daule, Salitre, bajo un régimen de distrito metropolitano, sin que desaparezcan como cantones y se mantengan las administraciones preexistentes o alternativamente ir al sistema de mancomunidad. Se conceptúan originales propuestas complementarias del artístico proyecto municipal Ciudad Nueva a implantarse en las 240 hectáreas de la actual terminal aérea, cuando deje de operar.

Se sugiere la construcción de siete troncales de transportación masiva con automatizadas y cómodas terminales e incentivos hacia el uso de la movilidad pública, además de claras ideas para optimizar las rutas del traslado aerosuspendido; el fomento de la peatonalización y lineamientos para las nuevas edificaciones provistas de aisladores sísmicos y, en las existentes, aumentar su firmeza con apropiados disipadores, amortiguadores y refuerzos externos con buen gusto arquitectónico, reemplazo de la mampostería con paredes livianas, que brinde tranquilidad a la población frente a oscilaciones telúricas. Y muchas otras originales soluciones constantes en el didáctico trabajo editado por la confraternidad de exbachilleres vicentinos 1962.

Se plantea crear una cultura de agricultura urbana, practicada con éxito en grandes metrópolis del mundo, en espacios vacíos visibilizados por el replanteamiento urbano que se propone. (Un metro cuadrado puede producir 20 kg de comida al año. FAO. 2016). Sería una positiva opción de trabajo para miles de habitantes con sobrados sentimientos y habilidades agrícolas, adquiridos en sus añorados orígenes, hacia el cultivo de hortalizas, plantas medicinales, ornamentales, frutales, crías menores y ofrecer alimentos frescos, sanos, nutritivos y orgánicos, en estricto apego a las normas ambientales y sociales, aumentando a su vez las áreas verdes citadinas, con sustentabilidad y multicolor hermosura. (O)