Cuando mi suegro, el doctor Ángel Felicísimo Rojas, fue contralor en 1945-1946 inmortalizó la frase “donde se pasa la mano, mana pus”. Frase profética para los años que vivimos actualmente desde la nefasta época correísta. Ciertos siniestros personajes que eran pelados y de un día para otro pasaron a ser nuevos millonarios. Y como dice el refrán “el que nunca tuvo y llega a tener, loco se quiere volver”; sin pudor hacen alarde de grandezas y tienen osadía de decir “somos perseguidos políticos”.

Estamos nadando en una miasma y no se ve voluntad de arreglo, nadie trata de curar este mal. La ofrecida “cirugía mayor” no resultó ni una inyección para la infección, y ojo que ahora en vísperas de elecciones tenemos que cuidar mucho el voto; sobre todo para elegir al Consejo de Participación Ciudadana, que es una farsa que debió ser eliminado, porque fue creado por Correa con el único objeto de tener más control en funciones del Estado como la justicia y elegir autoridades. En las listas de candidatos casi el 50% son correístas camuflados; sugiero informarse bien sobre los candidatos para saber por quién votar. Y hoy me desayuno con la noticia, que un tribunal declara inocente a un encausado por peculado. Qué tristeza ver la ruina moral y económica que estamos legando a nuestros descendientes.(O)

Lourdes Meloni de Rojas,

Guayaquil