Una de las consideraciones fundamentales que se ignoran en el debate actual sobre la despenalización del aborto por cinco causales es que el concebido tiene el estatus jurídico de sujeto de derechos en Ecuador. Esto quiere decir que el ordenamiento jurídico ecuatoriano reconoce al concebido como un ser humano susceptible de tener derechos y contraer obligaciones (conocida jurídicamente como “capacidad de goce”) sin que sea necesario que ejerza dichos derechos por sí mismo (la “capacidad de ejercicio” se adquiere generalmente con la mayoría de edad).

Este reconocimiento expreso que hace el ordenamiento jurídico ecuatoriano se fundamenta en el art. 45 de la Constitución y el art. 4 numeral 1 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que establecen la protección de la vida desde la concepción y, principalmente, en el art. 2 y 20 del Código de la Niñez y Adolescencia (CONA) que determinan que los niños, niñas y adolescentes son sujetos protegidos y seres humanos desde la concepción, siendo obligación del Estado, la sociedad y la familia asegurar por todos los medios su supervivencia y desarrollo.

Estas normas del CONA, a pesar de no estar presentes en el texto constitucional, se integran al denominado “bloque de constitucionalidad” por garantizar de manera más integral el derecho fundamental a la vida. En este contexto y a base del principio pro homine, el legislador está obligado a aplicar estas normas en el debate sobre el aborto, pues son las que más favorecen a la efectiva vigencia del derecho constitucional a la vida del concebido.

Finalmente, cuestiono tanto las posiciones que niegan que el concebido sea sujeto de derechos fundamentándose en la sentencia de la Corte Interamericana ‘Murillo vs. Costa Rica’ que trata sobre un caso de fecundación in vitro, pues omiten que la ratio decidendi (razones de la decisión) de este fallo es únicamente vinculante en casos análogos; cuanto las que a base de un análisis sesgado del Código Civil tratan de ocultar una realidad innegable: el ser humano es mucho más que la persona natural. (O)

María Consuelo Velasco Mancheno,

abogada, docente e investigadora. Quito