El progreso de nuestra ciudad nadie lo detiene, eso es indiscutible y es producto del esfuerzo y el trabajo de los guayaquileños y foráneos que también ponen su inversión y ganas de crear el gran Guayaquil de todos y para todos. Es importante que en el desarrollo también tomen en cuenta a los que medianamente contribuimos en las actividades económicas y productivas.

Desde hace años armadores navieros trabajamos  en el “muelle o terminal camaronero” en la avenida Pedro Menéndez Gilbert, terminación del malecón Simón Bolívar. En dicha zona se tiene previsto construir rampas para acoderar botes y lanchas para el deporte y el turismo. En la ciudad son fabulosos los proyectos para fomentar la inversión turística,  pero los pequeños armadores que utilizamos el “muelle o terminal camaronero” podríamos afectarnos, dado que somos los que abastecemos de insumos agropecuarios, materiales de construcción, etcétera, a camaroneras en el golfo de Guayaquil.

El “muelle o terminal camaronero” es un punto estratégico, en el cual se maniobran mejor las gabarras, podemos embarcar maquinarias y zarpar a las parroquias rurales ribereñas; ganamos tiempo y recursos con la navegabilidad. Familias de marineros, estibadores, prácticos, etcétera, dan apoyo humano a las embarcaciones que acoderamos. La posibilidad de un cierre nos perjudicaría, al fin al cabo somos parte del desarrollo marítimo fluvial y productivo del cantón. Por este motivo rogamos al Municipio de Guayaquil que nos otorgue a los armadores del “muelle o terminal camaronero” el mismo espacio o un lugar en esta zona, así sea pagando una razonable tasa municipal de uso del suelo, para seguir brindando nuestro contingente marítimo logístico a los habitantes y a los productores acuícolas del golfo, y a la propia Municipalidad cada vez y cuando que realiza obras en la isla Puná, comuna Puerto Roma, etcétera.

Guayaquil es puerto, río (Guayas) y navegación. Que nuestra tradición marítima y mercante siga  siendo el rumbo del progreso de todos. El muelle no solo ancla barcos, sino esfuerzos, esperanza y unidad.(O)

José Santos Romero,

armador naviero, Guayaquil