Cuando entró en vigencia el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP) en el 2014 se endurecieron las penas y se incluyeron las figuras del femicidio y del sicariato. Llevamos más de cuatro años con esta normativa legal y las estadísticas de la Policía nacional reflejan que este tipo de delitos se ha incrementado. ¿No es contradictorio?

Podríamos llenar los panópticos con psicópatas homicidas o asesinos por encargo. Solo estaríamos reprimiendo las consecuencias de una enfermedad, no la causa. Por este motivo saludo la acertada decisión del Ministerio de Educación de reformar la malla curricular y dar paso a la introducción de asignaturas significativas como Valores, Urbanidad y buenos modales en reemplazo de materias caducas e inservibles que en nada han aportado a la educación de nuestros niños y jóvenes. Enseñar a la nueva generación de hombres a respetar con caballerosidad a las mujeres. Con el Manual de Carreño en mano explicarles las normas para una sana convivencia desde la forma correcta de sentarse hasta de saludar a las personas. Ya lo sabía Pitágoras hace más de 2.500 años y no le hemos hecho caso: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Los docentes estamos dispuestos a colaborar con la transformación educativa de la patria.(O)

Eddi Giovanny Zavala Mendoza,

docente, Guayaquil