Entre las medidas tomadas por los directivos de nuestro seguro social, que serán objeto de investigación, cabe resaltar una que poco o nada podría ayudar a salvarlo de su debacle y, por el contrario, está causando enorme daño a las personas de mayor edad, lo cual debe ser considerado en forma muy especial por los investigadores.

Me refiero a la medida puesta en marcha en el año 2017 consistente en un Manual de Crédito para su banco Biess, en donde disponen una serie de restricciones para la concesión de préstamos quirografarios, nuevos préstamos y renovaciones, para las personas mayores de edad, de tal manera que se limita el acceso a estos, para unas personas, y se niega de por vida a otras de mucha mayor edad; con lo cual esta inhumana e injusta medida no proporciona ayuda importante al IESS para ahorrar recursos.

Por muchos años miles de estos afiliados, ahora mayores de edad, utilizaron los préstamos quirografarios y sus renovaciones, proporcionando al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social considerables recursos en intereses y seguro de desgravamen, obteniendo a la vez la posibilidad de financiar sus necesidades sin las restricciones del famoso Manual de Crédito (en  año 2017) dirigido contra los afiliados mayores de edad; personas a las que nuestra Constitución les reconoce un trato preferencial y prohíbe su discriminación y que, seguramente, por representar una cantidad muy pequeña de la población afiliada, los ahorros por posibles pérdidas serán muy insignificantes, en comparación con las enormes pérdidas ocasionadas por otras medidas que serán investigadas. La inconstitucionalidad de las normas restrictivas de este Manual de Crédito del Biess (Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) deben ser cuidadosamente analizadas en nuestro poder judicial para el caso de acciones de protección que pudieran presentar los afiliados de la tercera edad, afectados por este.(O)

Manuel Zúñiga Mascote,

economista, Guayaquil