Los cantones del Ecuador no están preparados para los inviernos ni para las sequías, terremotos, etcétera. En las épocas de lluvias se inundan las poblaciones modernas y los campos; existen deslaves, las rocas, los árboles y la tierra de los cerros caen a las carreteras; se parten las vías; las calles tienen baches; los caminos vecinales son pantanos; los sembríos se “van a pique”; los ríos se desbordan. Las épocas que ha llegado fuerte el fenómeno de El Niño la solución de las autoridades es: envían canoas con rescatistas a llevar a algunos damnificados a vivir a aulas de escuelas, colegios, hasta que las aguas bajen; salen por los medios dando colchones, toldos. No existen planes para prevenir daños, no existe presupuesto millonario para desastres y fenómenos del medio ambiente, peor para enfrentar lluvias con esta crisis económica del país. En el terremoto en el 2016, en Ecuador, no hubo plan ni plata porque la gastaron mal en otras “cosas”, estamos en el 2019 y en los periódicos vemos que algunas personas viven todavía en carpas pequeñas, niños no estudian y no tienen los documentos de identidad.(O)

Lourdes Torres,

Guayaquil

 

 

En nuestra ciudad, como en cada año al llegar la época invernal, las autoridades correspondientes recién se preocupan por determinar la forma de resolver los embates de las lluvias. Lamentablemente por más que los ciudadanos colaboramos con la ciudad debemos sufrir este descuido con veredas llenas de huecos, tierra amontonada, lodo, falta de señalización, peligro de accidentes, etcétera; pues, las autoridades encargadas, por el motivo que fuese, no han cumplido con la entrega de obras indispensables que alivien en algo los problemas invernales, que son normales, pero que se deben prevenir, indudablemente. Me parece que la falta de recursos económicos puede ser una excusa aceptable, mas, la falta de planificación no lo es. Se tienen que realizar gestiones para enfrentar dichos inconvenientes y no tener que lamentar situaciones trágicas. No estamos preparados para resolver las cosas, ponemos parches.(O)

Ernesto Ortoneda,

Bahía de Caráquez, Manabí

 

 

Espero que este invierno no sea muy duro, no deje pérdidas materiales ni otras consecuencias peores para el pueblo, porque con la austeridad del país no habría dinero para atender a las víctimas de las inundaciones.(O)

Eloy F. Ojeda,

Machala, El Oro