Uno de los acontecimientos representativos del año que está por culminar fue el giro que tomó el caso Gabela cuando la Defensoría del Pueblo hizo pedidos para acceder a la información de la Presidencia. Se conocieron así el primer y segundo producto del peritaje elaborado por Roberto Meza, con lo cual se descartó que el asesinato del general de la FAE Jorge Gabela fue a causa de la delincuencia común, según la versión oficial, y se hizo evidente la manipulación del caso al descubrirse que el tercer producto del informe, que incluía los nombres de los presuntos responsables del crimen, había desaparecido.

Patricia Ochoa, viuda de Gabela, incansable, ha perseguido que se investigue el caso. Asegura que sabe quiénes son los autores intelectuales y que el móvil del crimen se relaciona con las denuncias de su esposo sobre la irregular compra de los 7 helicópteros Dhruv, de los cuales 4 se accidentaron posteriormente, ocasionando otras muertes. Sostiene que el anterior presidente lo sabía.

Este caso es un referente en muchos aspectos. Hay alrededor servidores públicos que conocieron los hechos y a los implicados, inobservaron normas administrativas y callaron o facilitaron el encubrimiento. Los organismos competentes del Estado deberán profundizar la investigación y determinar las corresponsabilidades. (O)