Toda cirugía tiene su riesgo. Entre las principales complicaciones tenemos: trombo-embolia pulmonar (coágulo de sangre o grasa que se origina en los vasos sanguíneos de cualquier parte del cuerpo y viaja hasta el pulmón), hemorragias, infecciones, problemas cardiacos y complicaciones con la anestesia.

Para reducir los riesgos es necesario evitar cirugías que duren más de cuatro horas, es decir, evitar las cirugías múltiples o llamadas “combos”. La anestesia debe ser aplicada por un anestesista profesional independiente. El paciente debe informar a su doctor si sufre de coagulación de sangre o algún familiar la ha padecido. El paciente deberá informar si sufre de diabetes y qué tipo de medicamentos toma o ha tomado últimamente. No olvidar mencionar si se tiene alergia a algún medicamento. Es necesario que un cardiólogo haga los siguientes exámenes antes de una operación quirúrgica: electrocardiograma, prueba de esfuerzo (ergometría), ecocardiograma y la prueba de troponimat de alta sensibilidad en la sangre. El cardiólogo deberá informar los resultados al cirujano plástico y al paciente para decidir si es aconsejable operar o no. Es recomendable acudir a un cirujano plástico profesional con buena trayectoria y prestigio, o que alguna institución con credibilidad nacional e internacional lo acredite como tal.(O)

Ignacio Fernando Jaramillo,

Hollywood, Florida; EE. UU.