Con el reciente incremento del precio de la gasolina de 92 octanos en Ecuador, me ha venido a la memoria el tema sobre calidad de combustibles en el país.

Hace cuatro años en Europa se publicaron los resultados de un estudio sobre la durabilidad de los vehículos en América Latina y se comprobó que al mismo tipo de auto que en Europa se reparaba la máquina a los 600.000 km de recorrido como promedio, en América Latina no se llegaba al 50% de ese recorrido para reparar la misma máquina. Esto me impulsó a estudiar conjuntamente con un laboratorio de Estados Unidos en el año 2016, a 36 vehículos con motor a gasolina, de diferentes marcas en Ecuador. Al analizar el lubricante en uso en los vehículos, se comprobó que la causa principal del desgaste acelerado de los motores era el fenómeno de dilución del lubricante en combustible, por lo cual el aceite de mejor calidad (aceite sintético de reciente tecnología) que generalmente se recomienda para 8.000 o 10.000 km de uso, debía cambiarse máximo a los 5.000 km de recorrido; existiendo casos en que con 3.000 km de recorrido el aceite ya estaba fuera de especificación. Con lubricantes de tipo mineral el nivel de dilución es semejante. ¿La causa?, la defectuosa atomización del combustible por inyectores sucios y rayados porque el combustible contenía partículas y su nivel de limpieza no era apropiado. El problema de suciedad del combustible no lo puede resolver la refinería, aunque salga muy limpio de esta se ensucia a lo largo de la cadena de transporte. La solución está que el lugar donde se llena el tanque de combustible posea un sistema de microfiltrado que garantice que el combustible cumple el nivel de limpieza mínimo, que fue establecido a nivel mundial por el documento Worldwide Fluel Charter, elaborado por las asociaciones de fabricantes de vehículos a nivel mundial y está vigente desde 1998.

El problema tampoco lo puede resolver el filtro de combustible del vehículo porque su mediana eficiencia no le permite lograr el objetivo. Si se instalara un filtro altamente eficiente se taponaría rápido y sería un problema operativo grande. Aparte del mejor nivel de limpieza requerido por la gasolina, están otros parámetros que se miden en Europa y Estados Unidos como limpieza de inyectores y depósitos en la cámara de combustión. Estos parámetros debemos estudiar e incorporarlos a la calidad de nuestra gasolina, pues aparte de extender la vida útil de los motores disminuye la contaminación atmosférica. ¿Quizá alguna universidad de Ecuador trabaje este importante tema?(O)

Kepti Lenin Tinoco Moreno, ingeniero químico en combustibles, Guayaquil