Las deudas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social dejadas por el correísmo no se han podido saldar y la brecha entre los más de 3 millones de afiliados y casi medio millón de jubilados cada vez es mayor, por cuanto un jubilado necesita de ocho afiliados que aporten al Seguro Social para el pago de sus pensiones, y por falta de trabajo cada vez van aminorando los afiliados; de manera que el próximo año habría cinco afiliados por jubilado.

Lo que más asombra es el quemeimportismo de los jóvenes afiliados, dado que como está el IESS al borde de la quiebra, no tendrán cómo jubilarse porque en 15 o 20 años no habrá fondos para que puedan cobrar sus pensiones mensuales. ¿Qué posibilidad hay de recuperar los dineros del IESS que en el correísmo les hicieron festín? En el 2018 destinó el presidente Moreno $4.300 millones al pago de 456.000 pensionistas, lo que demuestra que al año 2021 habrá un déficit para pagar las pensiones si el Seguro Social sigue en este camino. El monto del 40% que el Gobierno deberá aportar por ley debería ser de $ 1.720 millones anuales y no los $ 1.240 millones que el ministro de Finanzas puso en el presupuesto del 2019, no recuperando los tres años que el correísmo dejó de hacerlo. El gobierno del presidente Moreno no tiene cómo saldar la deuda al IESS por los problemas económicos que heredó del nefasto correísmo, de tal manera que veo difícil recuperar los dineros estafados a nuestra institución que está al borde de la quiebra, por más intentos que se haga para salvarlo. El gobierno de Moreno le debe al IESS $ 8.740 millones entre pensiones y salud, y el total de la deuda entre préstamos, inversiones nefastas, pensiones y salud es de más de $ 18.000 millones. Las opciones para salvar al Seguro Social son recuperar los dineros robados por ciertos corruptos correístas, pero no lo veo hasta el momento factible, y ni el gobierno de Moreno ha hecho ningún intento; incrementar los aportes al Seguro por parte de los afiliados o los patronos; aumentar los años 60 a 65 años de edad para la jubilación; suprimir o aportar una prima por esta cobertura familiar a los hijos en el plano de la salud, que demagógicamente el correísmo hizo sin ningún presupuesto. Todo esto va a traer consecuencias desastrosas sociales por parte de afiliados y jubilados. Finalmente, la administración del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social debe estar a cargo de sus dueños: afiliados y jubilados, que deben socializar este gran problema, habida cuenta de que las opciones no dan la solución al IESS que está al borde de la quiebra.(O)

Marco A. Argüello Ruiz, ingeniero en Sistemas, Guayaquil