Después de que la justicia le prohibiera salir del Perú, debido a una investigación por supuestos sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht, el domingo el expresidente Alan García solicitó asilo en la residencia del embajador de Uruguay en Lima.

Con él son cuatro los exmandatarios peruanos que están en investigación judicial por la misma trama de corrupción que involucra también a la aspirante a la presidencia Keiko Fujimori. Odebrecht, por su parte, admitió ante la justicia haber pagado $ 29 millones en sobornos en el vecino país para recibir lucrativos contratos.

En Perú hay indignación por la solicitud de asilo planteada por García, quien se declara perseguido político. Y mientras el Gobierno envía a Uruguay los argumentos contra el asilo requerido por García, el presidente peruano, Martín Vizcarra, en conversación con su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, apeló al compromiso adquirido por los mandatarios del continente durante la Cumbre de las Américas, de luchar contra la corrupción, que no reconoce fronteras.

Solo la correcta y oportuna actuación de la justicia podrá lograr que la impunidad deje de imponerse. (O)