La asambleísta de Alianza PAIS Norma Vallejo, tras conocer la recomendación para su destitución, en rueda de prensa advirtió: “En el pleno (de la Asamblea) se resolverá mi denuncia con votos, y si permiten que se me destituya será solo para cubrir las cabezas, y en el momento necesario lo voy a probar”, asegurando que tiene pruebas de presiones. Esta ‘denuncia’ (¿chantaje?) sugiere dos cosas: una, las ‘cabezas’ tienen asuntos más graves que ocultar; y dos, si no se llega a conseguir los votos para sancionarla, ella guardará silencio.

Otro detalle importante que no hay que pasar por alto es que la comisión multipartidista que procesó la denuncia de Fabricio Villamar (CREO) recomendó destituir del cargo de asambleísta a Norma Vallejo por comprobarse que incurrió en la prohibición de los legisladores para gestionar cargos públicos. Aunque en el informe se habla también de que Vallejo actuó como recaudadora de fondos de sus subalternos para supuestamente destinarlos a una organización política bajo la amenaza de la pérdida del cargo. Así, Vallejo argumenta que no la están juzgando por cobros de diezmos… Es una salida tramposa que deja de lado el motivo central del escándalo y salva a otros.

¿Por quiénes la están canjeando? Si su bancada no le exige que despeje estas dudas, el desprestigio y la sospecha serán compartidos merecidamente. (O)