En un informativo escuché las denuncias de las muertes de perros por envenenamientos en la vía a la costa. Moradores de una urbanización dijeron que han matado a sus perros; no sabían quién o quiénes hacen esto.

Las noticias todos los días son más terroríficas, negativas: sicariatos, crímenes, descuartizados, asaltos y saldos de muertos y heridos, drogadicción, abusos sexuales, robos de dineros del Estado, sobreprecios, profanan tumbas, maltratos a usuarios, abusos bancarios, enfrentamientos de grupos armados, y de profesores, etcétera.

Existen noticias malas que dan cuenta de animales recién nacidos maltratados, arráncandolos de sus madres y vendiéndolos en las calles, o en jaulas estrechas de vidrios en las tiendas; contaminación ambiental por radiaciones de antenas, explotaciones de cerros, arrojos de químicos en mares, ríos y por el aire; perros a los que lanzan desde pisos altos; gatos que los dejan botados y enfermos en las calles; parques o reservas naturales son explotados para sacar petróleo y matan muchos animales y plantas; gatos y perros envenenados en barrios y urbanizaciones, etcétera. No se ejerce una justicia dura por todos los niños, jóvenes y mujeres abusados; por todos los asesinatos; por todos los delitos cometidos por los de cuello y corbata, etcétera; peor se va a aplicar la justicia por los animales. Estamos como en el fin del mundo.

Rosario Muñoz Pilay, Guayaquil (O)