La espada es un instrumento tan antiguo como la humanidad. Viene acompañando al hombre en la guerra y en la paz. Hoy nuestras antiguas espadas son nuestros imprescindibles cuchillos de cocina.

Los cuchillos también son recursos psicológicos que utiliza la mente para derrotar a nuestros enemigos reales e imaginarios.

La verdad es que el órgano humano más parecido al cuchillo es la lengua. La lengua afilada y puntiaguda sorprende por su rapidez de pensamiento y acción. Eso pasó con el discurso del presidente de la República, Lenín Moreno Garcés, en la sesión solemne –9 de octubre– de la fiesta octubrina de Guayaquil.

Moreno anunció la construcción del tren playero desde Daule hasta Manta, atravesando todos nuestros pueblos costeros, se convertirá en un atractivo turístico, económico y de transporte. Su recorrido será de 400 kilómetros de distancia uniendo a las provincias de Guayas, Santa Elena y Manabí. Iniciará el recorrido en Daule y terminará en Manta. ¿Hay dinero público para construirlo? No se va a invertir dinero público sino aplicar la modalidad de concesión a la empresa privada. Se prevé que en los próximos 26 meses podría estar la primera etapa del proyecto. En esta gran iniciativa está comprometida la palabra del presidente Moreno, lo ofreció y cumplirá. Lo dijo en la fiesta de Guayaquil y eso es muy serio.

El presidente Moreno tiene credibilidad, es el personaje público más influyente en el Ecuador; se robó toda la atención con esta propuesta. A los días siguientes de la sesión solemne de octubre todos ya estamos embarcados en el tren playero, y entusiastas ya anhelamos el día de su inauguración.

La espada más afilada del Ecuador es la de Moreno, si no miren a Correa, herido de muerte tomando un café en Bruselas, y “luciendo” muy patético.

Lenín ejerce un liderazgo auténtico sin poses; opino –sin duda alguna–, es un buen presidente, nos ha devuelto la libertad de expresión y ahora nos trae el tren a las playas, sin duda.(O)

Duglas Rangel Donoso,
abogado, Guayaquil