Don es la relación con la que una persona se desprende de algo y lo entrega a otra persona. El don es también una forma de diálogo, de relación interpersonal. El consumo no es relación interpersonal; en el consumo hay solo una persona, que usa, y una cosa, que es usada.

En el Génesis, primer libro, y en otros libros de la Biblia, la unión sexual es presentada como un diálogo interpersonal: “Adán conoció a Eva”. La unión sexual es diálogo, fecundo en hijos o en capacitación para servir.

Lo anterior expresa la bondad, la grandeza, la importancia humana de la unión interpersonal, expresada con el sexo. Esta unión, si deja de ser relación interpersonal, se corrompe. “La corrupción de lo mejor es la peor” dice un refrán latino; la expresión más común de la corrupción es la prostitución. La unión sexual entre humanos tiene elementos animales, y además elementos de racionalidad y de libertad. Sin racionalidad y libertad responsable hay corrupción.

Los científicos (antes que los “curas”) dicen que la unión perfecta del óvulo con el espermatozoide es un yo humano, incipiente sí, pero diverso del yo de la madre.

Algunos científicos exigen unas semanas de unión del espermatozoide con el óvulo, antes de afirmar la existencia de un yo humano.

Hay mujeres que, afirmando que este óvulo fecundado no tiene un yo propio, que es solo un tumor, reclaman el derecho de extirparlo de su seno. Argumentan: si un aborto no es protegido, si no se realiza en las condiciones saludables que el Estado puede garantizar a las mujeres pobres, el aborto causa muchas muertes. ¿Para garantizar la vida materna, matar a un ser humano indefenso?

Los hechos influyen más que las palabras. Reconocer a la mujer el derecho de suprimir la vida de un humano en germen, como si fuera un tumor y no un yo, daría lugar a una sociedad en la que no las personas, sino armas, dinero, placer serían los orientadores de la conducta personal y social. El derecho del más fuerte; derechos sin deberes.

No son necesarias mis afirmaciones. Sí es necesario reflexionar, al responder algunas preguntas: ¿Es progreso que el niño concebido sea tratado como cosa sin protección? ¿Progresa la humanidad, reduciendo la unión sexual a materia de consumo?

¿En qué se diferencia, si se diferencia, la unión sexual de dos perros de la unión sexual de dos humanos?

En algunos colegios y escuelas, de acuerdo a esquemas gubernamentales, ética y moral cuentan muy poco; poseen la brújula que orienta a tener; no hay orientación para ser persona, es decir, individuo en sociedad. Se evita orientar acerca del debido respeto a la unión sexual. En algunos establecimientos de “educación” (deformación) se está trivializando el sexo hasta con hechos, como un bullying, que impone desnudarse ante sus compañeros (increíble pero cierto).

La vida social, es decir, en interdependencia de derechos y deberes, requisito insuprimible para el bienestar progresivo de la sociedad, se asimila en la familia, en la escuela. Unión sexual, ¿don interpersonal o yo te uso, tú me usas? (O)