Según reportes de prensa, entre enero y agosto del presente año se realizaron en promedio dos operativos mensuales de captura de droga de volumen significativo, cargamentos que van desde los 240 kilos hasta tonelada y media, mayoritariamente en puertos y aeropuertos. En septiembre se han reportado ya cinco operativos con capturas de 539 kilos, 4,8 toneladas, 585 kg, una tonelada, 150 kg... Uno de estos últimos hallazgos involucró a un par de militares en servicio activo.

El incremento del microtráfico y su penetración en el tejido social generan otras problemáticas, como el asesinato de traficantes enfrentados, la delincuencia asociada al consumo y la imposibilidad de atender la rehabilitación de drogodependientes que cada día se inician a menor edad, constituyendo una tarea y reto pendientes de la salud pública.

El dinero que mueve la droga y que de una forma u otra se integra al sistema económico tampoco logra ser detectado de manera eficiente para desincentivar el narcotráfico y el lavado de activos. Y qué decir de la problemática en la frontera que involucra a la defensa nacional.

No debemos resignarnos a lo que aparenta ser un camino sin salida, tendríamos que buscar una solución diferente a las ya intentadas. (O)