Sobre la vía a la costa se habla y escribe mucho, pero lamentablemente no hay acciones. Da la impresión de que esperan que haya un número determinado de tragedias para ejecutar acciones.

Hace muchos años dejó de ser una carretera o vía rápida, pues construyeron urbanizaciones y centros comerciales, al punto de que hay muchos peatones y ciclistas que tienen que hacer pericias para cruzar de un lado a otro. La solución debe contemplar la creación de más pasos peatonales, semáforos, regularizar el tránsito de buses y paraderos cuyo uso se exija al peatón y al chofer, con controles permanentes. Esto debe convertirse en política, en una ciudad en crecimiento.(O)

Ricardo Antonio Sánchez Benites,
ingeniero en Sistemas Computacionales, Guayaquil