La historia de la humanidad es la de globalización y migración. Humanos, desde el África inicial, ocupando y transformando nuevos espacios. Claro, con el paso del tiempo hay marginalmente menos movilidad, al inicio eran todos, hoy los definidos como migrantes son 3% de los habitantes y cada vez el proceso es más complejo: no era lo mismo llegar a los EE.UU. o Argentina semidesocupados hace decenas de años, que hoy llegar desde países musulmanes a Europa densa, avanzada, con beneficios sociales enormes y una cultura muy diferente. Y eso lo estamos viviendo con la migración venezolana, con la ventaja de que compartimos un bagaje cultural (e idioma) muy similar.

¿Efectos económicos de la migración? Varios estudios muestran que el efecto sobre salarios y empleo es casi nulo, por ejemplo, cuando los cubanos llegaron masivamente a Miami en los años 80 (los famosos marielitos)… aunque no siempre sucede de la misma manera en todas partes y todo momento. En particular es importante recordar que la población laboral urbana en Ecuador es de 5 millones (en total 8 millones), que el aumento de la oferta laboral es algo más de 100.000 personas cada año (y no todos encuentran empleo), que la economía está creciendo a un magro 2% anual (o menos) y que los venezolanos pueden aumentar la torta laboral en alrededor de 100.000 personas. Sí es un tema para tomar en cuenta, dada la rigidez del mercado laboral ecuatoriano, sí habrá efectos sobre salarios y empleo.

Aunque no he visto estudios similares para Ecuador, en Perú el 65% de los migrantes venezolanos tiene estudios superiores, el doble que en la población ocupada local. Si en Ecuador fuera algo similar ya es un plus, sería un capital humano complementario al nuestro, y ayudaría a mejorar la oferta de personal calificado. Todos lo sabemos, gente más calificada mejora el entorno de trabajo de los demás y de productividad en general. Pero incluso los que llegan menos calificados traen (igual que los ecuatorianos cuando van a España) más energía, mejor disposición a hacer mejor las cosas. Es un “sacudón” para muchos ecuatorianos, lo que es sano. Y si bien los venezolanos, por el tipo de “huida” de su país, no aportan muchos ahorros o recursos financieros, sí vienen a tomar riesgos, emprender, etcétera; positivo.

Favorecer la ética y la eficiencia del libre comercio de bienes, servicios y capitales es sano, y ese mismo principio debe aplicarse al libre movimiento de personas, la competencia es buena en todos los mercados. Y la propia ética debe llevarnos en principio a permitir la entrada al país de personas que vienen escapando de la pobreza y la injusticia.

Dicho esto, es lógico que los venezolanos tengan un registro al menos mínimo (los ecuatorianos también debemos hacerlo). Ser drásticos con la eventual inseguridad… Y es lógico que como contraparte podamos a nivel internacional presionar para que caiga ese grupo de dueños del poder en Venezuela, que solo se enriquecen y cada día empeoran las cosas (y si hay chavistas duros, disimulados entre los que huyen para beneficiarse de sus corruptelas, debemos identificarlos y buscar justicia).(O)