La crisis migratoria venezolana está impactando de diversas maneras en la región; las reacciones van desde la acogida humanitaria hasta el rechazo violento, como ha ocurrido en la frontera brasileña. En las redes sociales se muestran opiniones divididas de los ciudadanos de los países adonde están llegando los desplazados. Gobiernos como Ecuador y Perú optan por exigirles pasaportes a los venezolanos, una medida criticada por la casi imposibilidad de conseguir ese documento en un país al borde del colapso económico y de gobernabilidad.

El secretario general de la OEA convocó a una reunión urgente del consejo permanente de ese organismo para tratar el tema y el expresidente de Bolivia Jorge Quiroga llamó a los venezolanos a una “rebelión total e insurrección popular sin retorno” contra Nicolás Maduro, mientras los partidos de oposición en Venezuela decretaron una huelga general desde este martes.

Siendo necesario un tratamiento multilateral para una crisis de esta magnitud, también es cierto que se deben implementar sendas acciones prácticas y humanitarias para facilitar la supervivencia de los desplazados en los países de llegada. (O)