La democracia debe ser inmediata y ejecutiva, propongo que la revolucionemos instaurando un mecanismo ipso facto de revocatoria de mandato a los asambleístas, alcaldes, prefectos y concejales, así:

Como hay ya registro en línea directa de la base de datos oficial de la cédula, para trámites en notarías y otros entes públicos, de la misma forma se aplicaría para que un elector, como puso sus votos en plancha o alternando por equis número de candidatos de su localidad, pueda por número de veces, ingresar de una sola vez dentro del periodo de esa dignidad, su revocatoria de mandato, a partir del primer día de posesión del personaje. Esto sería operativo cuando el fiscalizado alcance el 50% más uno de su votación, en ese instante será automáticamente cesado y subirá su suplente o el siguiente más votado de otra lista. Significará que no aguantaremos funcionarios, asambleístas, escondidos en la inmunidad parlamentaria ni que cómplices de desfalcos presidan la comisión de fiscalización o de archivo, o haraganeen, se pasen viajando y comprando; que la basura desborde por todas las calles como en Quito, o solo cobren peajes y no veamos obras como en Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas. No podrán meternos a ineptos en listas ni personas de relleno, como la innombrable que decía que el IESS y su plata no es de los dueños legítimos, los asegurados; ni a pequeñín como presidente del Congreso y a otros calentando puestos. Significará que gente como el responsable de violaciones de niños, no aguante una semana en su puesto. Sudarán y escalofrío corporal sentirán los glosados que sabemos, si exigimos este mecanismo. Debe mejorar la democracia y no hay argumento leguleyo para evitarlo.(O)

Mauricio Sevilla Cajiao, ingeniero, Quito