Que fue falla humana o que el chofer se fugó son la tónica en los accidentes que involucran al transporte público intra e interprovincial. Con el objetivo de bajar los índices de accidentes de tránsito y las muertes en las vías, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) inició el sábado 4 la evaluación a 15.355 conductores que cuentan con licencia profesional.

Siete federaciones de transportistas apoyan el proceso, pero la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte de Pasajeros (Fenacotip), que cuenta con unas 300 cooperativas y empresas afiliadas, ha decidido por unanimidad no presentarse a rendir las pruebas. Estos profesionales cuestionan que el conductor pierda su licencia si no aprueba la evaluación, por lo que exigen que se modifique el reglamento. No se entiende su renuencia, pues cabría pensar que se les otorgó la licencia porque están debidamente capacitados.

La evaluación a los transportistas debe ser permanente y de obligatorio cumplimiento. La ANT no debe cejar en su deber y responsabilidad de constatar la idoneidad de los conductores profesionales. Está en juego la vida de cientos de miles de personas, por lo que ciudadanía y autoridades deben exigir que todos los transportistas se sometan a la evaluación. (O)