Nací y he residido en Guayaquil, el primer puerto del Ecuador. Recuerdo cuando la aduana era adyacente a la Planchada, los barcos mercantes anclaban en el río Guayas, las barcazas transportaban las mercaderías que se importaban o exportaban entre los barcos y la orilla de la ría, la diaria labor de los estibadores, los camiones transportadores de mercadería. Las aceras del sector eran ocupadas por tendales de café y cacao.

Algunos barcos mercantes llegaban a la isla Puná y hasta allá debían ir las barcazas, así como un yate que transportaba a los pasajeros. En atención al crecimiento del comercio exterior, se planificó y se construyó el llamado Puerto Nuevo a orillas del estero Salado en el sur y afuera de la ciudad. Para el transporte de la mercadería desde y hacia el puerto, se construyeron la avenida 25 de Julio y la vía Perimetral, el puente de la Unidad Nacional y el Puente Alterno Norte. Estas obras propiciaron el crecimiento de la ciudad hacia el sur, el noroeste y el norte, así como hacia las vías de La Aurora, de Daule; y Entre Ríos, de Samborondón.

Luego, en el estero Salado, en la isla Trinitaria se crearon puertos privados. La forma del transporte marítimo ha cambiado, ahora se utilizan contenedores para llevar la mercadería desde su origen a su destino. Cada vez los contenedores son de mayor capacidad, requiriéndose mejores carreteras para soportar el peso de los transportadores.

Con la ampliación del Canal de Panamá ahora los barcos mercantes son de mayor capacidad y calado, no pueden ingresar al estero Salado. Ante estas circunstancias se planificó y está construyendo un nuevo puerto en Posorja (parroquia rural del cantón Guayaquil), con capacidad para poder recibir los barcos conocidos como post-Panamá. Todo bien por el puerto de Guayaquil. Ahora la mercadería debe ser transportada desde y hacia Posorja, se requieren vías terrestres adecuadas. Se ha hecho conocer que la autopista Guayaquil-Salinas y su ramal hacia General Villamil no fue construida para soportar transportes extrapesados, el tramo de la autopista desde Guayaquil a Chongón, y la vía Perimetral han superado su capacidad de tráfico. Se ha hecho público por parte del Gobierno que se está planificando un puente sobre el río Guayas, al sur del estero Covina. Esta obra a primera vista parece ser de mucho beneficio para el puerto, pero dada la situación actual considero debe analizarse detenidamente su necesidad, ya que cuál será el futuro de los puertos actuales, porque posiblemente las compañías navieras preferirán acoderar en Posorja y no entrar en el estero Salado. Además deben construirse carriles especiales para transportes extrapesados en la autopista Guayaquil-Salinas y su ramal a General Villamil, y una vía que conecte a Samborondón con la autopista Guayaquil-Salinas, después del kilómetro 27, sin ingresar a Guayaquil. Esa es mi reflexión en torno al futuro de mi querida ciudad portuaria.(O)

Luis Antonio Machuca Mestanza, médico, Guayaquil