Las estadísticas son alarmantes que resulta increíble que haya familias que vivan con menos de $ 3 al día, mientras que unos pocos que tienen mansiones en Europa y dinero en paraísos fiscales se “rasgan” las vestiduras criticando la corrupción.

No podemos detenernos a esperar que el Estado nos cambie la vida, nuestra constancia y esfuerzo diario nos permitirá ser agentes de cambio. En este momento donde el posmodernismo nos quiere imponer ideas que contradicen con nuestra cultura, tomemos las siguientes actitudes: ser más creyentes en el amor de Dios; mirar nuestras equivocaciones con misericordia dado que el amor es la llama de la sabiduría que devela los enigmas que estamos buscando; tener fe que juntos podemos tratarnos como hermanos, que ricos ayuden a pobres y pobres no juzguen y ayuden a trabajar y se eduquen. El amor a Dios combate las tinieblas de la ignorancia. (O)

Kléber Barragán Hernández, licenciado en Periodismo, Guayaquil