En el actual proceso electoral de México, 48 candidatos o precandidatos a alcaldías, diputaciones o a regidores han sido asesinados. En total son 132 los políticos a los que han matado desde el 8 de septiembre de 2017, cuando se inició la precampaña.

Esta es la elección más numerosa en la historia de ese país. El próximo 1 de julio, los mexicanos elegirán a 500 congresistas y 3.000 cargos locales, además del presidente de la nación.

La violencia en México se ha expandido a ámbitos insospechados. Se da un promedio de 93 homicidios dolosos al día, de acuerdo con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las víctimas pueden ser candidatos, periodistas, estudiantes o ciudadanos comunes. Esas muertes, casi en su totalidad, quedan en la impunidad y los autores no están necesariamente vinculados al narcotráfico. Una respuesta apurada suele justificarlas como “ajuste de cuentas”.

Tampoco hay respuesta sobre los móviles de los asesinatos a los candidatos.

Una correcta administración de justicia debe combatir tanto los delitos menores como los graves, para impedir que lo delictivo se acepte como normal. (O)