Nuestra sociedad abarca un sinnúmero de inconvenientes en cuanto a problemas sociales. En la actualidad estos conflictos se asemejan a conductas de audacia, osadía, bravura, por parte de los adolescentes, sin tomar en cuenta las consecuencias que se presentarán; lastimosamente los planteles educativos son uno de los principales campos de pelea. La principal solución es la orientación de los valores humanos y el comportamiento que los padres deben enseñar a los chicos desde sus primeros pasos, esa esencia de solidaridad y respeto con las demás personas, vivir en confraternidad, tranquilidad, solidaridad y, sobre todo, en unión.(O)

Tanya Espinoza Morán,
Ventanas, Los Ríos

Dar educación en casa, monitorear a los chicos qué observan, en último caso restringir el acceso a páginas de internet de juegos violentos o páginas de fácil acceso para chequear videos de muertes, sexo. En las unidades educativas tienen que enseñar a los alumnos el interés sobre la confianza y la amistad.(O)

Luis Javier Perdomo Saltos,
Guayaquil

Los actos de violencia que puedan cometer niños y jóvenes se previenen con la educación que brinde el hogar, y debe ser complementada en las escuelas, colegios y universidades mediante orientación que otorguen los docentes para que los alumnos tomen conciencia y observen un buen comportamiento en cualquier lugar y frente a toda circunstancia y momento. La educación en el hogar debe ser con buenos ejemplos por parte de los integrantes de la familia, especialmente los padres deben enseñar el respeto al prójimo, a quererlo como a sí mismos, en especial a toda persona mayor; a que tomen conciencia de que cosecharemos lo que sembramos y que se debe respetar la vida por sobre todas las cosas, que algún día llegaremos a mayores y que nos agradaría que nos tratasen con respeto también. Solo de esta manera se podrán destronar el irrespeto y el mal ejemplo que están lamentablemente entronizados en nuestro país y hasta en las más altas esferas. El ministro de Educación debe establecer acciones tendentes a cambiar la manera de pensar y de actuar de niños y jóvenes, comenzando por sanear a profesores que después de haber conseguido (muchos con trampas) un cargo, no actúan como maestros (salvo honrosas excepciones); llegan tarde y solo piensan en la hora de regresar a sus casas. Falta un manual de urbanidad y cívica de Carreño, tanto para los alumnos, como para los padres y el personal docente.(O)

José Ortoneda Sánchez,
Bahía de Caráquez, Manabí