Debemos felicitar a los municipios de Guayaquil y Samborondón por la inauguración del puente de acero sobre el río Daule y sus conexiones viales. El proyecto está incompleto por razones que no viene al caso comentar.

Los usuarios estamos contentos, a pesar de los problemas de tráfico en las horas pico sobre la avenida Samborondón, por falta del paso elevado que estaba previsto construirse sobre la avenida; los alcaldes han ofrecido entregar el paso elevado en julio, lo cual es poco probable por la complejidad de la obra; es una obra imponente. Según su diseño que es parte del contrato, la parte elevada tendrá tres carriles de tráfico en dirección a La Aurora y otros tres en dirección a La Puntilla. Su ancho total será de 28,30 metros, incluyendo espaldones con longitud de 287 metros, sin considerar las losas de aproximación. Tendrá dos carriles a ras de suelo en ambos sentidos (o sea 10 carriles en total) con sus retornos y conexiones de la avenida Samborondón con el nuevo puente.

Este paso elevado será parecido al que conecta las avenidas Pedro Menéndez Gilbert y Luis Plaza Dañín, pero más grande. No hacerlo como está diseñado sería catastrófico para los moradores de Samborondón y todos los beneficios hasta ahora conseguidos irían al traste.

Otro tema que considero que debería revisarse, son los porcentajes que deben asumir los municipios de Guayaquil y Samborondón para cancelar este contrato, lo justo es que cada uno asuma el costo de las obras realizadas en su respectiva jurisdicción.(O)

Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, avenida Samborondón