En el año 2014, tras recibir una denuncia de un abuso sexual a un niño del colegio La Condamine, se acusa injustamente a J. V.

Durante el proceso se determina que J. V. no fue culpable dándole el sobreseimiento definitivo. En el transcurso del año 2017 una parte de la prensa ecuatoriana sin realizar investigación y contraste en la información, arremete contra J. V. influyendo en la decisión judicial. El proceso fue anulado y se lo vuelve a juzgar nuevamente por la misma causa, no se le permite tener defensa apropiada, llevándolo a juicio y condenándolo injustamente a 22 años de cárcel; si bien se puso en tela de juicio su inocencia, jamás se comprobó que él sea culpable. La revictimización del niño por parte de psicólogas, la manipulación en la investigación del policía, y el alumno al no haber tenido nunca contacto con el profesor; son pruebas suficientes para retomar el caso con la debida seriedad. Directivos, profesores, alumnos, administrativos del colegio dan fe de que J. V. es inocente. Nada justifica la sentencia cruel por falta de pruebas honestas y éticas. Este es un pedido formal de nosotros los padres de J. V., de que se esclarezca la verdad; pedimos justicia.(O)

Janett Elizabeth Larco Carrasco, doctora en Psicología Infantil y Psicorrehabilitación José Napoleón Valdivieso Puga, doctor en Medicina, Quito