El socialismo del siglo XXI con su revolución parece haber sido una creación monumental del líder la revolución cubana, comandante Fidel Castro Ruz, expandiéndolo por la región con algunos famosos seguidores, tal como lo reveló una serie que abruptamente fue suspendida de Teleamazonas, llamada “El comandante”.

Se observó a personajes aliados como Hugo Chávez Frías, desde su infancia en Sabaneta, un rinconcito en el departamento de Marinas en el llano venezolano, quien después de dos intentonas golpistas por captar el poder de Venezuela con la revolución y su batallón, derramó mucha sangre de inocentes a quienes engañó que iban a un “ejercicio” de combate; cuando en realidad su blanco era el Palacio de Miraflores, donde la puerta principal fue derribada por una embestida de tanque, a fin de capturar o inmolar al presidente Carlos Andrés Pérez, quien ya estaba informado por militares leales, y el jefe de la asonada fue capturado y en menos de un minuto leyó por televisión un pequeño papel en el que se le ordenaba hacer pública su rendición y su entrega.

Chávez estuvo en prisión varios meses pero nunca se lo incomunicó, recibía visita de toda índole, una de ellas la de Nicolás Maduro (actualmente presidente de Venezuela), líder de los choferes del metro de Caracas, en ese entonces. En el despacho presidencial se encontraba listo un decreto ejecutivo mediante el cual se lo condenaba a 40 años de reclusión, pero por la mediación del anciano expresidente Rafael Caldera, se limitó a expulsarlo del ejército venezolano. La acción del teniente coronel Chávez, ya vestido de civil, fue que se lanzó como candidato a la presidencia de Venezuela, alcanzó el 80% de la votación general.

Fidel Castro, desde Cuba, cuyo eterno mandato perdía oxígeno para subsistir, puso sus ojos en Venezuela, por su petróleo, cuando la Unión Soviética se dispersó y Estados Unidos ganaba “la guerra fría” como lo vaticinó Castro.

Quedaban atrás los países no alineados cuyo representante era el jefe supremo Castro Ruz.

El diplomático ecuatoriano doctor Juan Carlos Faidutti (a quien siempre lo leo en sus artículos por la prensa), que era embajador del Ecuador en Moscú, pudo cerciorarse que el Gobierno cubano no contaba con dinero ni para pagar al servicio diplomático en la capital moscovita.

El teniente coronel Hugo Chávez profesaba no solo admiración por Fidel Castro, sino mucha veneración.

Y cuando el héroe de Sierra Maestra sucumbía por la enfermedad y senectud, Chávez aparecía cada vez y cuando en el lecho del dolor, del hombre considerado la persona más degollante del siglo XX; falleció el 25 de noviembre de 2016. Se afirma que hubo alrededor de 500 atentados contra su vida, de todos salió “sano salvo”. Dios Verdadero, no creo que lo haya salvado de los 500 atentados, más bien sus “dioses” de la santería cubana o los “babalaos” (“sacerdotes” adivinadores del futuro) que reinan en La Habana.

El socialismo del siglo XXI se ha ido diluyendo con sus “personajes”, como madeja de humo, de la credibilidad de las personas; aparentó “libertad”, “fraternidad”, “igualdad”, “transparencia”, etcétera; y en su momento también lo exhibieron como su “religión” Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff, Néstor Kirchner ?y su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, el comandante Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, Rafael Correa Delgado... Solo queda del socialismo del siglo XXI, Cuba, Venezuela y Bolivia.(O)

Tito Rendón Alvarado, periodista, Guayaquil