El desembanque y dragado del río Guayas no es un tema político ni puede manejárselo como un problema desconectado de la geomorfología de sus siete subcuencas y múltiples afluentes.

La cuenca del Guayas se ubica entre ocho provincias: Los Ríos, Guayas, Cotopaxi, Bolívar, Manabí, Cañar, Chimborazo y Santo Domingo. Sus grandes variaciones altimétricas en toda su superficie fluctúan así: el 28% de superficie total, entre 0 y 40 metros sobre el nivel del mar, msnm (cuenca baja); el 41,2% ondulado, entre 40 hasta 200 msnm; el 13,3% montañoso entre 200 hasta 800 msnm; y el 16,7% área andina, sobre los 800 msnm. No obstante, el arrastre de sedimentos y la enorme carga total de material pétreo, arenas, limo y arcillas, erosionados, provienen de mayores elevaciones y variadas fuentes; por ello hablar irresponsablemente de solo dragar el Guayas, es hacer gala de una inopia cabal del problema. La cuenca del Guayas demanda un manejo técnico profesional que permita diseñar obras que operen con las mejores estrategias para resolver los problemas de sedimentación en la cuenca baja y particularmente en nuestro río Guayas. El manejo de los problemas de sedimentación en las más importantes cuencas hidrográficas de todo el planeta ha sido un tema de preocupación y fue resuelto con acciones que van desde la construcción de presas de retención de sedimentos con grandes áreas aledañas de sedimentación, hasta programas intensos de reforestación y obras hidráulicas complementarias. Pretender dragar el Guayas como la solución a los problemas de sedimentación de la cuenca del río será un despilfarro de dinero. Es responsabilidad de la máxima autoridad política velar por los intereses del país, y lo más ético y justo es primeramente buscar financiación correcta y convocar por licitación pública internacional, la participación de las mejores empresas especializadas en estos menesteres. Hagamos en este Gobierno las cosas bien. Un manejo técnico es la única solución para minimizar el alto costo social, económico, ambiental y de salud que estos problemas arrastrarán.(O)

Pedro Álava González, ingeniero, Estados Unidos