El puente que une a Guayaquil con Samborondón ha sido inaugurado y es justo agradecer a los alcaldes de ambas ciudades. El primer día se pudo ver que hubo mejor flujo de vehículos, pero los autos y buses que venían de Durán de todas maneras congestionaron el Puente de la Unidad Nacional. Espero que con la aerovía que se construirá, el problema se solucione.

Pero queda otro caso importantísimo, ¿qué harán el alcalde de Guayaquil e Interagua para librar a la población de los malos olores que provienen de las lagunas de oxidación que están ubicadas al lado del nuevo puente en Guayaquil, y que todos los días molestan a los habitantes de los dos lados del río?

Hay que mantener las casas con las ventanas cerradas y aun así los malos olores entran. Es difícil muy convivir con esos olores.

Dejo en las manos del señor alcalde, este gravísimo problema.(O)

Rafaela Morey Vélez de Ordóñez, avenida Samborondón