Con mucha sorpresa vi y escuché un video del presidente de la República, Lenín Moreno, en el cual prácticamente ataca a los hospitales y médicos que tienen la especialidad de oncología y a los pacientes que sufren esta cruel enfermedad, cáncer.

Según él, las personas que padecen cáncer son tristes, no se interrelacionan con los demás ni con la naturaleza. Cómo no va a estar triste una persona que no tiene trabajo, no tiene cómo dar de comer a sus hijos, y cómo va a tener dinero para ir al campo, a un parque, cuando no tiene ni para lo básico. De acuerdo con la teoría del presidente Moreno todos los ecuatorianos estamos condenados a tener cáncer, porque la tristeza nos hace ver cómo nuestro país se cae a pedazos por malas administraciones, ver con rabia cómo nos han robado, ver con asco toda la gente que se ha valido para robar y no para comprarse un carro sino mansiones, haciendas, empresas, son los nuevos ricos, de los cuales ahora estamos llenos. Luego viene el ataque a los médicos y hospitales oncológicos. Todos los días los oncólogos tienen que lidiar con la muerte, ver cómo los pacientes a pesar de todos los esfuerzos de la ciencia, médicos y hospitalarios mueren, ningún médico se va a alegrar. Gracias a Dios esta especialidad se ha desarrollado y junto con hospitales especializados, son cada día más los pacientes que descubren su enfermedad a tiempo, son sometidos a tratamientos y salvados. Parece que el presidente no sabe cuál es el salario de un especialista en un hospital, nuestros médicos que trabajan en instituciones lo hacen en realidad por amor a la camiseta, amor a los demás. Claro está que hay excepciones porque la corrupción pulula por todas partes. El presidente Moreno no sé si sabe todo lo que un oncólogo tuvo que estudiar para llegar a esta especialidad tan noble. Cuántos años de sacrificio, estudio, preparación y angustia por sus pacientes. Y que bien si puede el doctor comprarse una casa, carro, viajar a congresos. Pero lo está haciendo a base de su trabajo no a robo, coima. Cuánto tiempo nos ha tomado a los doctores obtener algunos bienes, mientras que otros en menos de seis meses llegan a tener un patrimonio con el cual nosotros ni soñamos, porque trabajando honradamente no lo podremos alcanzar. Lo lógico es que el presidente Moreno se interese por los pacientes que tienen enfermedades catastróficas y se comprometa a darles más especialistas, más métodos de diagnóstico modernos, más medicación para salvarlos. No le digo más hospitales porque estamos llenos de “elefantes blancos” no equipados, que no cumplen ninguna función más que alimentar el ego de algunas personas. Creo que la gran mayoría de la clase médica se siente dolida, resentida con la declaración del presidente Moreno. Rectifique señor presidente.(O)

Marcela Yépez Intriago,
Doctora en Cirugía Plástica, Guayaquil