Esa es la frase que impacta en un video que circula en redes sociales. Se documentaba la reportería de disturbios en Nicaragua; se ve al periodista Ángel Gahona transmitiendo vía Facebook Live, se escucha un disparo, este se desploma y alguien intenta detener la sangre que emana de su cabeza.

Al menos otras 25 personas han muerto, decenas han resultado lesionadas o han sido arrestadas desde el miércoles en los disturbios por las reformas al Seguro Social hechas por el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien ha declarado: “Incorporan a pandilleros a las protestas de los muchachos y criminalizan las protestas; por eso los ponen en riesgo”.

El Consejo Superior de la Empresa Privada, en un comunicado del sábado, condicionó el diálogo con Ortega al cese de la represión, la liberación de manifestantes detenidos y el respeto a la libertad de expresión, mientras las autoridades sacaron del aire a un canal privado por transmitir las protestas.

El periodismo implica riesgos, porque investiga y publica intereses oscuros que muchos pretenden ocultar. Según Reporteros sin Fronteras, en 2017 fueron asesinados 65 periodistas; 326 se encuentran encarcelados y 54 están secuestrados. La sociedad está llamada a exigir garantías para preservar la libertad de expresión, para que no sigan ‘cayendo’ periodistas, porque al estar informados somos capaces de tomar mejores decisiones. (O)