El honor de los ecuatorianos está herido por el cobarde asesinato de tres colaboradores del diario El Comercio y la muerte de cuatro infantes de Marina. Los autores de esos lamentables hechos son parte de la escoria de la narcoguerrilla que opera en Colombia, frontera con Ecuador.

Si nuestros vecinos del norte cuidaran la frontera colombo-ecuatoriana, se evitarían hechos lamentables; si fumigaran todos los sembríos de coca, etcétera, los narcotraficantes no tendrían la materia prima para elaborar las toneladas de estupefaciente que a través de nuestro territorio, envían a mercados norteamericanos y europeos. El pueblo exige a nuestros militares actuar muy fuertes. Compatriotas, mientras existan nuestras Fuerzas Armadas y Policiales, no habrá enemigo alguno que escriba el epitafio de nuestra patria inmortal.(O)

Franklin Alvarado Acosta,
Sargento de Infantería de Marina (SP), Guayaquil