Escuchamos con sorpresa las expresiones de una asambleísta cuando da consejos sobre la necesidad “de fortalecer” las instituciones de inteligencia para hacer frente a las acciones terroristas que estamos enfrentando.

Estas manifestaciones de “preocupación” contrastan enormemente con la actitud pasiva que adoptaron ella y sus coidearios, cuando se desmantelaban las instituciones de inteligencia del Ejército y de la Policía Nacional. ¿Se puede aceptar este grado de “preocupación” de políticos que callaron cuando la política del gobierno anterior era de “permisividad”, según lo ha manifestado el presidente Moreno? ¿Es esa la visión política de los que apoyaron el correísmo con sumisión y condescendía la política de socapamiento de los grupos que llamaban “levantados en armas”, mientras algunos funcionarios que ocupaban cargos de responsabilidad en el control y la erradicación del tránsito de la droga por nuestro país se tapaban los ojos y toda la población miraba y evidenciaba estupefacta el crecimiento de dicho tráfico por Ecuador?

Ante los actos de terrorismo que se están dando, una persona con un mínimo de razonamiento debería reflexionar que siempre hay causa y efecto. Lo que estamos viviendo tiene causas, y es una sinvergüencería sostener, como algún afín a esa señora asambleísta peroró en la Asamblea, que es inadmisible que se trate de culpar al gobierno de Correa luego de diez meses del gobierno actual; ¿entiende este señor lo que es causa y efecto?(O)

José Manuel Jalil, Quito