El sistema de salud ecuatoriano no puede seguir politizado. La salud es un servicio público que define la vida o la muerte de los ciudadanos; un servicio tan importante no puede estar sujeto a capricho o tendencia política de turnos, sino que debe tener principios humanos perennes e inmutables.

Parte de la nefasta herencia del correísmo y del fracasado socialismo del siglo XXI, fue haber cargado ideológicamente la salud del país, firmando con el gobierno socialista cubano un acuerdo para traer al Ecuador más de 1.000 médicos, esto costó alrededor de unos 30 millones de dólares; lo cual dejó sin trabajo a médicos ecuatorianos, relegándolos en muchas de las veces de cargos directivos, en favor de los médicos extranjeros; menos se invirtió responsablemente en la formación de doctores ecuatorianos mediante becas para que solventen la falta de especialistas en el país. El ciudadano cubano es un gran ser humano, a él nuestro respeto; nuestro rechazo es a la política empleada por el desgobierno de la década perdida. No permitamos que la politiquería y su demagogia se enquisten más en el sistema de salud.(O)

Luis A. Gaibor Gallardo,
Abogado; Machala, El Oro