Estuve leyendo una edición del libro Viaje a Icaria, de Etienne Cabet (filósofo francés, socialista utópico, 1788-1856), de una utopía que es copia exacta de lo que quiso realizar la “revolución ciudadana” con buenas intenciones al comienzo y luego cambió, y que habla de provincias, distritos y una capital (zonificación) que determina el comienzo de la enseñanza desde los 5 hasta los 17 años; que no debe haber prensa, etcétera.

Por eso, cierto superintendente adoctrinado con estas ideas utópicas era el controlador absoluto de lo que era “bueno o malo” para el socialismo del siglo 21, la idea es que no debe haber prensa y todo esté controlado por el Estado.

Este proyecto se lo intentó fundar en otros países, pero fracasó al igual que otras ideas utópicas en el mundo.

La prensa libre y honesta es importante, es la que descubre todas las anomalías de lo actuado por cualquier gobierno.

Cierto superintendente de Comunicación que también fue periodista, que se acuerde de la libertad de expresión, de la libertad de pensamiento, que los ecuatorianos tenemos derecho a opinar y estamos en democracia; este señor tiene que aprender de la historia.(O)

Vicente Zea León, Pasaje, El Oro