La ciudad de Manta (provincia de Manabí) tiene una nueva terminal de buses comparada con las mejores del país por su elegante estructura interna material, logística y excelente administración, que sumada a otras obras públicas importantes evidencia un trabajo fecundo de su ayuntamiento, si se considera la difícil situación en la que han logrado prácticamente el resurgimiento de esta ciudad.

Ojalá no permitan poner bultos y equipajes sobre los asientos de espera, como se lo hace en otras terminales, donde es costumbre este feo aspecto.

En esta ciudad manabita se debe aumentar más líneas de transporte urbano y más nocturnos, porque las únicas tres líneas destinadas no cubren la mayoría de los barrios marginales.

Es plausible la anunciada modernización vehicular, pero precisa que al pasajero se lo trate en función de ser humano, porque indigna ver siempre a ancianos ir parados en los buses, incluso a pasajeros con discapacidad física, mientras los asientos preferenciales para ellos por ley son ocupados por gente buena y sana indolente, igual es la indolencia de transportistas y de autoridades.

Otra anomalía existente en estos lugares es que los choferes de buses interprovinciales irrespetan el esquema reglamentario que establece la enumeración de la ubicación de los asientos, los dígitos impares quedan a la izquierda y los pares a la derecha, pero los dueños de esas unidades alteran este orden, causando enfrentamientos entre los pasajeros, cuando no coinciden la ubicación de los asientos con los números estipulados en sus boletos; pero nadie sanciona a las cooperativas que permiten esta arbitrariedad de sus socios.

La Ley del Anciano dispone que se atienda al adulto mayor sin necesidad de hacer fila, especialmente en las fechas de los feriados, pero esto tampoco se cumple.(O)

Marcos Mendoza Mero,
Abogado; Manta, Manabí