Cualquiera que sea la decisión respecto al juicio político al vicepresidente de la República, Jorge Glas, por el que según parece no hay mayor interés, ni prisa, entre los miembros de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, sus días en ese cargo están contados. Por un lado, la Contraloría ratificó la sanción de “destitución definitiva” y, por otro, el plazo para ausencia temporal que es de noventa días, termina el 2 de enero.

En estas circunstancias, y de acuerdo a la Constitución, corresponderá a la Asamblea elegir al nuevo vicepresidente de una terna presentada por la Presidencia de la República, si no lo hace en 30 días, se entenderá que fue elegido el primero de la terna.

El presidente tiene una magnífica oportunidad para oxigenar su equipo, eligiendo para miembros de la terna a ciudadanos y ciudadanas honestos, trabajadores, con visión de país, capacidad de diálogo y apertura, sin historias negativas en el servicio público. Personas que garanticen la apertura y en las que la ciudadanía pueda confiar. (O)