Una red de extorsionadores, integrada en su mayoría por miembros de la Policía Judicial, fue descubierta en Ventanas, provincia de Los Ríos.

Para atraer a sus víctimas les ofrecían préstamos a bajos intereses y cuando los citaban para entregarles el dinero, policías de civiles fingían operativos y, supuestamente, les ponían evidencias para involucrarlos, salvo que les entregaran determinada cantidad de dinero para librarlos de la responsabilidad.

Se supone que muchas personas de la localidad han sido víctimas de la extorsión pero, como sucede en estos casos, no se animaban a poner la denuncia por temor a las represalias; cuando alguien lo hizo, se realizó la investigación y fueron detenidos diez policías, de los cuales dos fueron liberados porque la fiscal no habría encontrado suficientes elementos para procesarlos.

Las autoridades de Policía han actuado enseguida y se supone que los culpables serán expulsados de la institución, pero quizás hacen falta evaluaciones periódicas que incluyan la opinión de los ciudadanos; y, por su parte, la ciudadanía debe aprender a denunciar, es su derecho y también debe ser la garantía de su seguridad. (O)