En el año 2014, en la Universidad de Cuenca, nacía con una amplia participación estudiantil y docente la Red de Radios Universitarias del Ecuador (RRUE). Era el colofón de un par de encuentros nacionales previos, en Quito y Cuenca, pero al mismo tiempo el preludio de lo que hoy es una especie de principio utópico permanente: cambiar el mundo, o al menos volverlo un poquito mejor, desde la radio universitaria.

En menos de un semestre la RRUE era admitida en una organización similar que llevaba hasta entonces un par de encuentros internacionales: la Red de Radios Universitarias de Latino América y el Caribe (Rrulac), que aglutinaba hasta ese entonces a radios de universidades públicas y privadas de Argentina, Chile, Colombia y México.

Todo lo que ha ocurrido desde ese entonces con una red internacional vinculada con la palabra hablada y escrita tiene que ver con la capacitación permanente, la producción colaborativa y el intercambio de experiencias desde el rigor de la academia.

Y aunque ha pasado, desde el big bang inicial, casi una década de una permanente expansión latinoamericana, en el caso ecuatoriano, verdad sea dicha, hemos tenido unos tramos de ralentización debido a los engorrosos procesos de acreditación de las carreras, la movilidad dirigencial y hasta una suerte de ausencia de gestión a la altura y medida de una ya imparable red internacional.

Un solo ejemplo de lo que desde la unidad latinoamericana se puede hacer es la producción conjunta de las redes de México y Argentina de una serie radionovelada denominada Cuando vuelvas del olvido: una recuperación histórica de las historias familiares de las víctimas de los gobiernos dictatoriales de las décadas de los años sesenta y setenta en Latinoamérica.

En producción académica, van ya varios tomos sobre la historia de la radio universitaria, con la colaboración de la Asociación de Radios Universitarias de España (ARU).

Y la participación española no es gratuita sino determinante: el Cuarto Encuentro de Radios Universitarias denominado Hacia la conformación de una contra agenda mediática marca un hito fundamental de esta organización en permanente crecimiento: la incorporación de radios universitarias de Europa que ubican a esta organización en una potente oportunidad de acercarnos a ese ideal de volver, desde la radio y la palabra, un poquito mejor a este atribulado mundo.

Hoy mismo, en Extremadura-España, los delegados de este gran conglomerado suscribiremos el compromiso de expandirnos por el planeta –Portugal, Marruecos e Italia han mostrado su interés por sumarse a la red de radios universitarias– y potenciar el intercambio académico sin fronteras.

Este es el panorama en el que la RRUE vuelve a trazar metas para alcanzar el compromiso de tener una comunicación sin otro interés que el de informar: honestamente, para cambiar el mundo, o al menos volverlo un poquito mejor. Asunto que se vuelve urgente en nuestro país, debido al precario escenario en el que se han visto inmiscuidos los medios con estructuras tradicionales: públicos y privados.

Hoy queremos hacernos responsables y caminar junto a una organización que crece a paso firme, desde la palabra que siente y piensa, desde el intelecto pero también desde el corazón. Una red desde la voz para Iberoamérica. (O)