Es de interés especial para profesionales de la medicina del deporte y para deportistas conocer los efectos biológicos del Meldonium o Mildronate, que desde enero del 2016 está en la lista de medicamentos que producen dopaje.

El medicamento ha sido usado en Europa del Este y no ha logrado aprobación de la US Food and Drug Administration en Estados Unidos, siendo desconocido en Latinoamérica. Se presenta en cápsulas de 250 y 500 mg y en solución inyectable al 10%. Actúa como inhibidor de la oxidación de los ácidos grasos a través de la inhibición de la enzima y butirobetaina hidroxilasa, en la vía de biosíntesis de la carnitina; originando inhibición máxima de concentración, como un sustrato alternativo e inhibidor de competencia. Investigaciones indican que se une a la carnitina acetiltransferasa, una enzima importante en el metabolismo de la energía celular. Lo manufacturó una compañía farmacéutica de Letonia (Gindecks) y se usa en enfermedades cardiacas desde 1970. Un estudio publicado en el 2015 en la revista Drug Testing and Analysis, sobre el Meldonium, reveló un incremento en la resistencia física, recuperación después del ejercicio protegiendo al organismo contra el estrés y mejora las funciones del sistema nervioso; por lo que sirvió para que la World Antidoping Agency (WADA) lo incorporara a la lista de sustancias prohibidas, a partir del 1 de enero de 2016, como un modulador metabólico similar a lo que hace la insulina. Siendo un fármaco cuya vida media es de apenas 4 a 6 horas, la eliminación total puede ser de varios meses. El Meldonium debería ser considerado como doping solo si se lo usa dentro de las 4 a 6 horas previas a la competencia deportiva, ya que su actividad farmacológica decae posterior a ese tiempo y lo que se halla en la espectrografía son sus residuos metabólicos probablemente sin efectos fisiológicos. Deben hacer nuevas investigaciones al respecto, más si un deportista lo usó por prescripción médica por problemas cardiológicos, cerebrales... Hay muchos medicamentos con efectos similares (desconozco si los han colocado entre las sustancias prohibidas), como el Sildenafil. No creo que exista culpa en los deportistas que lo han usado antes del 31 de diciembre de 2015, si es que no fue administrado dentro de las 4 o 6 horas previas a una competencia, siempre que se lo haya administrado por criterios clínicos, mas no para mejorar el rendimiento físico en el deporte. (O)

Pedro Posligua Balseca, médico neuropsiquiatra, Guayaquil