La historia del procesamiento de datos en línea se inicia en el país en 1975. Marcel Laniado de Wind, con su gran vocación de atención al cliente y la acertada asesoría de la que se rodeó, había logrado la instalación en el Banco del Pacífico del primer procesador en línea IBM, Modelo 3/10 (10K de memoria). Gran avance tecnológico. El Ecuador se había puesto a la altura de Brasil y Argentina, y ganado la institución un hito que significó una gran ventaja competitiva en sus plataformas de atención, gestión operativa y ahorro en recursos humanos. La amplia visión que caracterizó a Marcel, lo llevó a crear una gerencia de tecnología responsable de la investigación de los avances aplicables a los servicios bancarios, cuyos principales resultados fueron la creación en el país de una de las primeras redes de cajeros automáticos de Sudamérica y las primeras redes telefónica y digital de servicio al cliente. Constituido en 1972, a fines de los ochenta el banco se había convertido en la más grande institución financiera del país. Producto de su genial visión, quizás su mayor contribución social en el tema que nos atañe fue traer el servicio de internet, cuando su única función era el acceso digital a las bibliotecas de las principales universidades del mundo para uso de entidades educativas.

De fines de los años ochenta del siglo pasado a la fecha, el avance en el desarrollo de telecomunicaciones, hardware, software y herramientas digitales y el uso en las empresas de variadas y modernas aplicaciones de informática es abrumador, como abrumador es el gran desafío que representan las nuevas tecnologías por la posibilidad de crear incontables nuevos modelos de negocios que pueden resultar en nuevas estrellas que opaquen a las actuales. Por ello, directivos y gerentes deben considerar el impacto combinado que ocasiona sobre sus entidades el servicio de internet en la nube, o procesamiento en línea sin inversión en hardware y ahorro en personal de tecnología de la información, facilidad que ayuda a iniciar nuevos negocios con menor inversión fija; la cada vez mayor versatilidad para manejar aplicaciones soportadas en el poder de los equipos móviles; integración de redes sociales con redes empresariales convertidas en fundamental herramienta para llegar a los clientes; el video en redes que cobra cada vez más importancia en sus acciones de marketing publicitario, y la MegaData o Big Data, todavía aprovechada únicamente por los grandes consorcios, que captura terabytes de datos valiosos sobre los clientes, prospectos, productos, vendedores y competidores, información de fuentes internas y externas que se combinan formando una herramienta inteligente que entregará ventajas competitivas para aquellas empresas que lo sepan usar. Las recientes aplicaciones de billeteras electrónicas ya están en el mercado. En tiendas de departamentos de Estados Unidos se pagan los artículos en las cajas usando Google Wallet, Apple Wallet, o tarjetas de crédito. Al respecto, un ejemplo del aprovechamiento de ventajas competitivas tecnológicas y de ganadores y perdedores fue la iniciativa de las tiendas de la firma MCX de crear su propia billetera electrónica bajo el nombre MCX-CurrentC, para servir digitalmente a sus clientes y ahorrar el pago de comisiones a las compañías emisoras de tarjetas de crédito. Es importante enfatizar que estos nuevos desarrollos traen consigo no solamente riesgos de competitividad sino también serios riesgos tecnológicos que deberán ser identificados, monitoreados y mitigados por cada empresa. Según últimos datos de The House of Lords de Inglaterra, para el año 2017 a nivel global faltarán dos millones de profesionales especializados en seguridades en el ciber.

El destino de las compañías líderes está marcado por su capacidad para entender y aprovechar los nuevos paradigmas de la masiva convergencia tecnológica que se lleva a cabo justo en los actuales momentos, por su creatividad, visión estratégica y la magnitud de su interés, grado de gestión y asignación de suficientes recursos para inversión en desarrollo e innovación tecnológica, piedras angulares para incrementar o mantener su competitividad y posición en el mercado.