En Ecuador han sido reconocidas 14 nacionalidades y 18 pueblos indígenas. Uno de esos pueblos perteneciente a la nacionalidad kichwa es el de los otavalos, asentados históricamente en sus territorios comprendidos entre los cantones de Otavalo, Antonio Ante y Cotacachi, de la provincia de Imbabura. ¿Pero quiénes son los otavalos? Es la etnia más reconocida dentro y fuera de las fronteras nacionales, por su carácter mindalae –comerciantes nativos de tradición ancestral–, a quienes muchas veces se los ha comparado con los fenicios de la antigüedad. Su tradicional pelo largo trenzado, su sombrero, pantalón blanco, alpargatas y poncho azul en los hombres; blusa bordada con flores multicolores, anaco oscuro y blanco en las mujeres delatan en cualquier lugar del mundo su origen étnico cultural.

Con más de 10 mil años de historia, según vestigios arqueológicos. En cuanto al origen de las comunidades imbayas, sarances y otavalos, sí podemos afirmar que en un momento de la migración, tribus procedentes de la rama antillana fueron interactuando por la necesidad de subsistir con grupos de cazadores-recolectores, lo que generó en un segundo momento, un conocimiento del medio, de las plantas y de los animales, a tal punto que desarrollaron sistemas adelantados de agricultura, irrigación, domesticación, y en una forma lenta y paulatina empezaron a producir ricas expresiones artesanales, alcanzando también niveles elevados de organización y de producción.

Estas formas de organización fueron las que codiciaron los incas, quienes comandados por Túpac Yupanqui avanzaron hacia la región de Otavalo con el afán de dominarlos; ante lo cual Hualcopo y Caranqui, junto con otros caciques de Cayambe y Otavalo, organizaron una resistencia inquebrantable que duró aproximadamente 17 años. Seguidamente a las guerras incásicas llegó la invasión española, a la que, en su momento, guerreros como Píntag y Nazacota Puento debilitaron tenazmente.

En los obrajes de la época colonial y como proveedores de tejidos en la época republicana, los otavalos fueron ganando reconocimiento y prestigio entre las poblaciones indígenas del país. El pueblo kichwa otavalo es esencialmente migrante, pero con profundas raíces de pertenencia a su territorio, su apertura al comercio nacional e internacional lo ha colocado como uno de los pueblos indígenas con mayor prosperidad económica en el país y quizá en toda América. El proceso migratorio se inicia en 1940 a países cercanos en sus inicios y otros tan lejanos como Corea y Japón después. En muchos países y de manera especial en Europa y Estados Unidos conforman colonias muy importantes de otavaleños, donde con las limitaciones del caso siguen desarrollando y practicando la cultura de sus ancestros.

Actualmente se puede afirmar que los otavalos ofrecen sus productos artesanales, así como sus manifestaciones culturales, en casi todo el mundo. Factores de carácter histórico, como su tradición mindalae y de tejedores; otros factores relacionados con la particularidad del ser kichwa-otavalo, como son el orgullo étnico cultural; sentido de independencia muy profundo, control del ciclo productivo y del mercado; capacidad de adaptación y mentalidad innovadora constituyen el mayor legado de sus antepasados.