Varias corrientes como en los océanos agitan el acontecer mundial, regional y en nuestro país.

La amenaza de guerra en Siria, de consecuencias mundiales devastadoras, amenaza a toda la humanidad. Pero amenaza sobre todo a la población siria sometida a una lucha que la desangra y la pone a merced de gases tóxicos, lanzados por otros seres ¿humanos? La guerra nunca ha sido una solución, menos ahora con bombas inteligentes que matan todo lo vivo y dejan de pie los edificios, bombas inventadas por personas “inteligentes”, universitarios Ph.D. de las mejores universidades, desarrollados en su cerebro pero no en su corazón, en sus emociones, y en los valores fundamentales que hacen del ser humano alguien consciente.

El papa Francisco convoca a una jornada de reflexión y ayuno para todos aquellos que quieren hacer sentir su voz de rechazo a la escalada belicista que nos azota. No importan credos, lo que importa es saberse parte de la humanidad una y diversa, millones y tan pocos en la inmensidad del cosmos.

Muchos opinan que ese pedido no tiene eficacia, como no tiene eficacia demandar que no se explote el Yasuní a cambio de un dinero que pone en peligro a toda la humanidad.

El dinero y el poder… qué borrachera producen…

Pero estamos redescubriendo entre todos que sí tenemos poder… El poder de lo pequeño, como la famosa partícula de Dios, ese campo de energía que permite la creación y manifestación de todo lo que existe. El poder de las hormigas que pueden con un elefante cuando se unen.

En Colombia, una vez al año se lleva a cabo el 24-0, día sin ninguna muerte por violencia. Este año será a mediados de septiembre. Su gestor: César López, inventor de la escopetarra, una guitarra hecha a partir de un arma de fuego modificada.

Mientras, May El-Khalil coordina maratones cada vez más numerosas en Líbano, desde hace diez años. La han realizado en periodos de enorme crisis, cuando no había gobierno en el país, cuando las bombas los amenazaban. En la maratón aprendieron que hacer la paz es también como una maratón.

William Ury es uno de los mentores de la ruta de Abraham, el padre en la fe para los judíos, musulmanes, cristianos. Recorren el llamado camino de Abraham por territorios en guerra, divididos, y la gran hospitalidad de los pobladores hace que los reciban y los acojan, aunque no tengan las mismas creencias. Les brindan comida y se conocen, bajan odios y rencores y se encuentran, empiezan a saberse y sentirse hermanos más allá de las divisiones geopolíticas.

Ronny Edry, de Israel, ha convertido por meses el Oriente Medio en fuente de buenas noticias. Un día cuando la tensión entre Irán e Israel era insoportable, cuando hablaban de cuántos misiles iban a caer por día en su territorio, publicó en Facebook una foto suya con su hija y una pequeña bandera de Israel que decía: Iraníes, los amamos. Esa foto, ese mensaje desencadenó miles de mensajes y se ha convertido en una campaña también a la inversa “Israelitas, los amamos”. Millones actualmente participan en ella. Ronny dice que lo fundamental es el respeto y tratar de encontrarse con el oponente antes de que sea demasiado tarde.

La diplomacia y política de los pueblos, aparentemente insignificante, puede ser más efectiva que la de escritorios, lenguaje almibarado, declaraciones rimbombantes, credos ideológicos y ocultos intereses económicos.